Los residentes de las ciudades del país se han ido familiarizando con las patinetas eléctricas, que han pasado de ser percibidas como un juguete a consolidarse como un medio alternativo de transporte. que llegó para quedarse.
Las patinetas eléctricas son un medio de transporte para trayectos cortos conocido como de última milla, porque les permite a sus usuarios desplazarse hasta la puerta de sus oficinas, universidades, hogares o de su destino final.
Así este sistema se convierte en un complemento para la oferta del transporte público, de forma amigable con el medio ambiente y generando una mejor calidad de vida.
Mauricio Rodríguez, country manager de Voom en Colombia, precisó que este es un negocio que es relativamente nuevo en Bogotá y en el país como tal, el cual se encuentra en una etapa donde tanto las empresas, el Distrito y las personas están explorando y empezando a conocer cuáles son las necesidades de movilidad que el usuario tiene, y a encontrar cuáles son las zonas de mayor afluencia.
La regulación que se expidió recientemente para Bogotá, permite hasta el momento prestar el servicio de alquiler de patinetas eléctricas, en un área delimitada entre las localidades de Chapinero y Usaquén, pero hay más oportunidades de expansión en sectores como Suba, Salitre, el Centro, y en otras ciudades del país, que deben ser estudiados para su reglamentación por parte de los gobernantes.
La española Voom es la primera empresa en recibir oficialmente la autorización para comenzar con el alquiler de patinetas en el espacio público de Bogotá, para lo cual tuvo que cumplir con una serie de requisitos como el plan estratégico de seguridad vial o el protocolo de intercambios, que le permite a la Secretaría Distrital de Movilidad conocer en tiempo real dónde están las patinetas ubicadas, quién las utiliza, dónde se origina el viaje, dónde finaliza, o qué valor tuvo.
“Eso le va a dar a la Secretaría la posibilidad de empezar a identificar y mejorar todos los datos de movilidad de la ciudadanía en general”, manifiesta Rodríguez.
En proceso
Además de Voom otras compañías se encuentran en el proceso de obtener el permiso de operación para el aprovechamiento económico del espacio público en Bogotá, tal es el caso de la firma mexicana Grin, que, aunque ven la regulación de la Secretaría de Movilidad como un avance, también
han sido críticos de ella.
Para Grin, que pagó al Distrito alrededor de $280 millones por utilizar el espacio público durante un año, el ejercicio de regulación actual no logró
tener en cuenta todas las necesidades del mercado, creen que es una decisión a la que todavía le falta sustento técnico y en la que no se contempla el flujo de usuarios, ni la distribución de la demanda de las
patinetas en la ciudad para determinar las zonas.
Desde que fue expedida la regulación Grin ha puesto sus comentarios puntualmente en la limitación al cupo total de patinetas que estableció la
Secretaría de Movilidad, que es máximo de 3.048 patinetas y también ha criticado los cajones de parqueo por no estar cercanos a Transmilenio desincentivando la multimodalidad, y, además, por estar localizados a una distancia muy larga el uno del otro, rompiendo con el principio de conveniencia del usuario.
Ventas en alza
La comercialización de patinetas eléctricas está creciendo, las empresas dedicadas a esta actividad buscan ofrecer una alternativa para que la gente se pueda transportar ahorrando tiempo, a un costo muy bajoy teniendo una experiencia de manejo y de interacción con el lugar y la ciudad, diferente a lo vivido hasta el momento.
Las patinetas eléctricas forman parte de la micro movilidad en las ciudades, y el aumento de su implementación está conectado con la infraestructura adecuada para su utilización, con el desarrollo de ciclorrutas, siendo Bogotá la ciudad que tiene más kilómetros de este tipo de vías en Colombia.
La comercialización de estos vehículos va en aumento como lo ven las directivas de la empresa Techowheel, dedicada a la importación de patinetas eléctricas, la cual tiene tiendas físicas con el nombre de tupatineta.com. La firma cuando arrancó hace cinco años vendió al público 30 patinetas, y en 2019 vendieron unas 300 patinetas, más las que comercializaron para las empresas de alquiler, lo que representa un porcentaje bastante interesante.
“Hay muchas empresas importando patinetas a Colombia, pero responsablemente unas seis que tenemos monitoreadas para verlas como competencia. Muchos lo que hacen es comprar un par de contenedores en China, los traen, riegan patinetas y al final no prestan un servicio técnico, una postventa, ni un respaldo para el cliente”, dijo Óscar Ulloa, gerente de Technowheel.
Otra compañía destacada en el sector es Minca Electric, que lleva tres años en el mercado, maquila las patinetas fuera del país, en una fábrica ubicada en Shenzhen, China, y hacen el ensamble y alistamiento enColombia, representando las patinetas con la marca Minca, en serviciopostventa, en repuestos, en mantenimientos y en garantía.
“En el primer año que iniciamos el tema de ventas fue muy lento porque no era tendencia, la gente no estaba muy familiarizada con esta clase de patinetas, cuando entraron las grandes empresas de alquiler, más usuarios empezaron a vivir la experiencia de andar en patineta y el mercado empezó a crecer mucho, tanto la comercialización como la competencia”, explica Nicolás Robledo, ejecutivo de ventas de Minca Electric.
Robledo ve en el uso de las patinetas eléctricas una oportunidad para cambiar el sistema de transporte de las ciudades, para hacer que la gente contamine menos, ya que, al andar en un vehículo completamente eléctrico, se van a dejar de producir emisiones tóxicas para el planeta, y adicionalmente se reducen los trancones de tráfico, volviéndose una experiencia que cambia estilos de vida.
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